Recuerdos de otra vida

Una vez soñé con alguien que buscaba fotos y yo lo buscaba a él. Pero nunca pude encontrarlo, ni siquiera apreciar en la distancia; me tuve que conformar con saber que, aunque en tiempos distintos, compartimos el mismo espacio, con mirar a través de sus ojos y sentir en mi propia piel, su búsqueda y su caminar.

Su imagen llegaba a mi mente por breves momentos al mismo tiempo que seguía sus pasos entre esa ciudad desconocida de viejos edificios. La energía que emanaba de su alma, como canto de sirena, me guiaba entre las calles antiguas, como un espejismo; No sabía para qué o con que propósito, pero como el fluir del rio me dejaba llevar por aquel impulso de seguir su rastro, como quien busca su destino. Sabía que en algún lugar de esa ciudad había alguien y ese alguien me esperaba, aunque no supiera, y yo lo buscaba, aunque no lo conociera.

Caminaba y corría, con prisa y con desesperación, con los ojos deslumbrados y la mente confundida. Pero no llegué a él, pues siempre iba adelante de mí, como una vida delante de mí. Era el recuerdo quizás, su esencia, que se había quedado arraigada, o tal vez el pasado, el recuerdo de una vida que no pudimos coincidir.

En otro tiempo, en otra vida…